El presidente de Senegal, Macky Sall, anunció en febrero la postergación de las elecciones presidenciales sin fecha, desencadenando reacciones polarizadas en el país y múltiples manifestaciones donde la violencia policial tomó protagonismo con la muerte de hasta cuatro manifestantes. La medida fue criticada como un intento de mantenerse en el poder y socavar la democracia, mientras que otros la respaldaron como necesaria para garantizar la integridad del proceso electoral.
Sin embargo, hoy 7 de marzo, el Consejo Constitucional ha dictaminado que las elecciones deben celebrarse antes del 2 de abril, fecha en la que el presidente Sall debe dejar el cargo. Además, el Consejo desestimó la candidatura de Karim Wade, hijo del ex presidente Abdoulaye Wade, para las elecciones presidenciales.
Esta decisión del Consejo Constitucional plantea un nuevo panorama político en Senegal y pone de relieve los desafíos democráticos que enfrenta el país. A medida que se acerca la fecha límite para las elecciones, la sociedad senegalesa se encuentra en un momento crucial de su historia, donde el compromiso con la democracia y los derechos fundamentales sigue siendo fundamental para el futuro del país.
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